Cayetano Ripoll, el último hombre condenado por la Inquisición a "La última hoguera"

La segunda novedad de hoy nos lleva al género de la novela histórica para hablaros de "La última hoguera", de Enrique Tomás, novela que salió a la venta el pasado 10 de mayo.

En "La última hoguera", su autor nos lleva a conocer la historia del último hombre que fue condenado a la hoguera por la Inquisición, Cayetano Ripoll.

Cayetano Ripoll fue un hombre de gran cultura. Prisionero de las tropas napoleónicas en Francia, conoció a masones, y se introdujo en los pensamientos filosóficos de Rousseau y Diderot. Pero sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad chocaron de lleno contra Fernando VII y su temor a perder su poder absoluto en España.

Esta es la increíble vida de un hombre olvidado por la Historia, un hombre que quiso enseñar y propagar unos valores entre el pueblo llano para que pudieran ser libres y decidir por si mismos, en una época en que reyes y nobleza se negaban a perder su poder.




LA ULTIMA HOGUERA, de ENRIQUE TOMAS
Nº de páginas: 624 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Editorial: S.A. EDICIONES B
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788466663335

SINOPSIS

La biografía del último hombre condenado a la hoguera por la Inquisición en España inspira esta novela de ficción histórica a partir de una vida real: la de un héroe injustamente olvidado por la historia.

¿Quién fue Cayetano Ripoll?

Cuando fue capturado por la Junta de la Fe ejercía de maestro de escuela en un arrabal de Valencia. Nacido en Solsona en 1778, pasó por Barcelona, participó en la guerra de la Independencia, fue hecho prisionero por las tropas napoleónicas, y permaneció en Francia hasta el fin de la guerra donde, en el exilio, bebió de la copa de la libertad, conoció a masones, leyó a Rousseau y a Diderot. Regresó a España, como tantos prisioneros españoles, con la voluntad de defender los valores de libertad, igualdad y fraternidad, pero Fernando VII no estaba dispuesto a que la Constitución de Cádiz limitase su poder absoluto.

Ripoll se asentó en Valencia. El trienio liberal (1820-1823) fue una época de ebullición ideológica, política y literaria, en que surgió la prensa moderna amparada por la libertad de imprenta, y florecieron las tertulias y los cafés, en los que se trataba de lo divino y de lo humano. 

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